El funcionamiento del juego es muy fácil de entender, siendo muy creativo y divertido. Un jugador (o equipo) debe colocar los peones de colores sobre el tablero, buscando que el resto de jugadores (o equipos) de la partida adivinen el concepto. El tiempo para adivinar los conceptos se debe decidir antes de comenzar la partida, y, puede variar dependiendo del nivel de dificultad de la palabra.
Los jugadores deben tener en cuenta todas las características del objeto, persona, lugar, expresión o concepto que posee la palabra que quieren representar. Lo primero es colocar la ficha de interrogación en el concepto principal, e ir colocando los cubos sobre el resto de iconos que describan más concretamente la palabra en cuestión, sus detalles y cualidades.
Por ejemplo, si queremos expresar el concepto «Saxofón», deberíamos colocar el símbolo de interrogación sobre un icono de música, y, después utilizar iconos que representen herramientas, viento, metal, etc. En el caso de que el concepto sea «Tigre», utilizaremos el símbolo principal sobre el icono de animales, y, después, podríamos indicar los colores naranja y negro, la calavera para indicar que es un animal peligroso, etc. En el caso de querer expresas a «Drácula», utilizamos el icono de persona, la calavera de muerte, los labios, el símbolo de líquido y el color rojo. Las creaciones son infinitas, todas ellas posibles para llegar a expresar el concepto.
Además, el orden de la colocación de los cubos, así como los colores de los cubos utilizados pueden interpretarse como pequeños matices a tener en cuenta a la hora de expresar los conceptos. ¿Cómo expresarías tu conceptos tan dispares como Ninja, Winnie The Pooh, Karaoke, Juego de Tronos o Romper el Silencio?
Los creadores solo pueden contestar con «Si o No», sin poder realizar ningún tipo de ayuda a los jugadores que adivinan el concepto.