La partida de Similo se divide en 5 rondas, en las cuáles los jugadores deberán descartar un número determinado de personajes cada vez, evitando descartar al personaje oculto, para ser descubierto al final de la partida.
Al comenzar la primera ronda, el jugador que da las pistas debe escoger una de sus cartas y colocarla junto al resto de cartas de la mesa, en el mismo sentido que las cartas si guarda una característica común, o, girada 90º en caso de no guardar ningún parecido. Este jugador no puede decir ninguna palabra o realizar ningún gesto, simplemente debe colocar la carta con la misma orientación en caso de que tenga algún elemento en común, o, tumbada, si tiene algún elemento distinto. Para finalizar su actuación, deberá robar una carta del mazo, volviendo a tener 5 cartas en su mano.
Al no poder comunicarse durante la ronda, el resto de jugadores deben colaborar, discutir y reflexionar que característica puede ser la que desea reflejar el jugador que da las pistas. ¿Habla del sexo del personaje, de la época, de sus características físicas, de su personalidad?
Tras reflexionar, los jugadores deben descartar en cada ronda un número determinado de cartas que piensan que no son el personaje oculto. En la primera ronda se descartará un personaje, en la segunda ronda dos personajes, en la tercera ronda tres personajes, en la cuarta ronda se descartarán cuatro, y, en la última ronda se deberá elegir entre dos personaje, siempre y cuando no se haya descartado previamente al personaje oculto.