Las cebras son mamíferos herbívoros que pertenecen a la familia de los équidos, que también incluye caballos y asnos. Estas criaturas son conocidas por su distintivo pelaje a rayas blancas y negras, que actúa como un eficaz mecanismo de camuflaje y ayuda a confundir a los depredadores. Existen tres especies principales de cebras: la cebra de llanura, la cebra de montaña y la cebra de Grevy. Cada una de ellas tiene su propio patrón de rayas y hábitat preferido, pero comparten características como su dieta principalmente herbívora y su naturaleza social. Viven en manadas, lo que les proporciona protección contra depredadores como leones y hienas. Las cebras son ágiles y rápidas, lo que les permite escapar de los depredadores.

También son conocidas por sus voces, que incluyen relinchos, graznidos y silbidos que utilizan para comunicarse entre sí en la manada. A pesar de su adaptabilidad y fortaleza, las cebras enfrentan amenazas como la pérdida de hábitat y la caza ilegal en algunas áreas. La conservación de estas icónicas criaturas implica la protección de sus hábitats naturales y la promoción de la concienciación sobre su importancia en los ecosistemas africanos. Las cebras son una parte vital de la rica biodiversidad del continente africano y un símbolo de la belleza de la vida salvaje en la sabana.