Los mejores puzzles de ranas

Las ranas y los sapos son anfibios que forman parte de la clase Anura. Aunque comparten muchas similitudes, también presentan diferencias clave en su biología y ecología. Se encuentran en una amplia variedad de hábitats, desde selvas tropicales hasta desiertos, y son indicadores importantes de la salud de los ecosistemas acuáticos y terrestres. Ranas y sapos comparten rasgos como cuerpos sin escamas, patas posteriores fuertes y largas, y la capacidad de saltar grandes distancias. Sin embargo, existen diferencias notables. Las ranas suelen tener cuerpos más delgados y piernas más largas, mientras que los sapos son más robustos. Las ranas tienen piel lisa y húmeda, mientras que los sapos tienen piel más rugosa y seca.

La mayoría de las especies de ranas son acuáticas o pasan parte de su vida en el agua, mientras que los sapos tienden a ser más terrestres. Ambos grupos tienen un ciclo de vida que incluye una fase larval (renacuajo) y una fase adulta. Las ranas y los sapos son importantes en los ecosistemas ya que controlan poblaciones de insectos y sirven de alimento para numerosos depredadores. Además, algunas especies tienen veneno en su piel como mecanismo de defensa. Sin embargo, muchas poblaciones de ranas y sapos están en declive debido a la degradación del hábitat, la contaminación y la enfermedad fúngica. La conservación de estos anfibios es esencial para mantener la biodiversidad y la salud de los ecosistemas globales.